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Hablemos de Aurumiz
Hace más de tres décadas, en el corazón de Jalisco, México, un joven emprendedor llamado Francisco, con apenas 18 años, se encontraba en un punto de inflexión en su vida. Proveniente de una familia humilde, Francisco tenía habilidades innatas para el manejo de metales. Sin embargo, fue el encuentro con Emilia, su futura esposa, lo que cambiaría su destino para siempre. Emilia, junto con sus hermanos, le abrió las puertas al fascinante mundo de la joyería, un oficio que no solo le ofrecía una nueva perspectiva, sino también una promesa de futuro.
Francisco comenzó su viaje en el mundo de la joyería, aprovechando al máximo su experiencia en la fundición y el arte del macramé. Aunque de enfrentar importantes dificultades financieras durante su infancia, su vida dio un giro positivo cuando decidió unir su proyecto de vida con Emilia. Juntos, formaron un equipo fuerte, trabajando arduamente para apoyar a su familia e inculcar valores de unidad y perseverancia en sus hijos.
A pesar de comenzar con recursos limitados y enfrentar desafíos como robos severos, la dedicación e integridad de Francisco le ayudaron a construir una reputación confiable. Durante la pandemia de 2019, el negocio familiar fue nombrado «Aurumiz», combinando la palabra latina para oro “aurum” con su apellido “Ruiz”. Aurumiz es conocido por su joyería hecha a mano de alta calidad que cumple con los estándares oficiales mexicanos. La empresa aspira a competir con los mejores joyeros internacionales mientras promueve la artesanía mexicana y sueña con llevar su marca a nuevas alturas.
